Ventajas de los procesos electroquímicos en el control de la contaminación

Ventajas de los procesos electroquímicos en el control de la contaminación

En general, los procesos electroquímicos ofrecen muchas ventajas distintivas en relación con las otras tecnologías. A continuación se resumen algunas de las características positivas de los enfoques electroquímicos para el control de la contaminación:

Compatibilidad ambiental: El principal reactivo utilizado es el electrón, que es un reactivo limpio y, por lo general, no es necesario agregar productos químicos adicionales.

Versatilidad: Los procesos electroquímicos que involucran oxidación y reducción directa o indirecta pueden generar especies inorgánicas, orgánicas o bioquímicas cargadas positivamente o negativamente. También pueden tratar con contaminantes sólidos, líquidos o gaseosos y pueden inducir la producción de precipitados, especies gaseosas, cambios de pH o neutralización de cargas. Los productos de la electrólisis de contaminantes a menudo son incluso útiles. Además, se puede utilizar una gran cantidad de materiales, formas y configuraciones de reactores y electrodos. Con frecuencia, el mismo reactor se puede usar para diferentes reacciones electroquímicas con solo cambios menores. Además, la producción de productos químicos en el punto de uso se facilita mediante técnicas electroquímicas (por ejemplo, para la desinfección del agua). Por último, se pueden tratar volúmenes de líquido desde microlitros hasta millones de litros.

Eficiencia energética: Los procesos electroquímicos a menudo tienen requisitos de temperatura y presión más bajos que los de sus contrapartes no electroquímicas equivalentes (por ejemplo, incineración, oxidación supercrítica). Los potenciales aplicados se pueden controlar y los electrodos y las celdas se pueden diseñar para minimizar las pérdidas de energía debidas a una mala distribución de corriente y caídas de voltaje.

Seguridad: Los procesos electroquímicos son seguros debido a las condiciones suaves que se suelen emplear y a la pequeña cantidad e inocuidad de los productos químicos añadidos.

Selectividad: El potencial aplicado en muchos casos puede ser controlado para atacar selectivamente enlaces específicos y así evitar la producción de subproductos.

Facilidad para la automatización: Las variables eléctricas utilizadas en los procesos electroquímicos son particularmente adecuadas para facilitar la adquisición de datos, la automatización de procesos y el control.

Rentabilidad: El equipo y las operaciones necesarias suelen ser sencillos y, si se diseñan correctamente, también pueden ser relativamente baratos.