Comparación del ánodo de aleación de plomo y el ánodo de titanio recubierto de MMO para electrogalvanizado

02 de junio de 2022

Comparación del ánodo de aleación de plomo y el ánodo de titanio recubierto de MMO para electrogalvanizado

La creciente importancia de la galvanoplastia de alta velocidad y el electrogalvanizado ha llevado a la consideración cuidadosa de los procesos que ocurren en el ánodo y en el cátodo. Un ánodo soluble parece ventajoso porque los iones metálicos en la solución deben mantenerse a la concentración deseada. Sin embargo, se sabe que se producen disolución no uniforme, pasivación e ineficiencia faradaica. El espacio entre electrodos aumenta necesariamente y los ánodos deben reemplazarse con frecuencia, lo que complica el diseño y la operación de un sistema electrolítico con ánodos solubles.

El gas evoluciona en ánodos insolubles. La evolución del cloro a partir de un electrolito de cloruro plantearía problemas significativos en el diseño, la operación y la seguridad de las celdas. Por lo tanto, los ánodos insolubles se utilizan actualmente con soluciones de sulfato. Dos tipos de ánodos insolubles son: (1) plomo o aleaciones de plomo como plomo-plata y carga-calcio y (2) un metal precioso o tipo catalítico que consiste en un metal de válvula como titanio o tantalio recubierto con un metal u óxido metálico generalmente seleccionado del grupo del platino. El metal de una válvula forma una superficie no conductora durante la electrólisis si no está protegida por una barrera.

Este ánodo de titanio recubierto de óxido metálico mixto se caracteriza por una alta área de superficie, alta conductividad electrónica, estabilidad a largo plazo o bajo costo, además de su función catalítica. Los electrodos catalíticos viables suelen ser un compromiso entre actividad, estabilidad y costo.

Para los procesos electrolíticos que involucran la evolución anódica del oxígeno, los ánodos catalíticos como el electrodo de titanio recubierto de MMO son capaces de ofrecer un rendimiento estable y extendido en una amplia gama de densidades de corriente. El proceso de fabricación y su impacto en la actividad electroquímica y la estabilidad de un ánodo catalítico son los más importantes. La experiencia ha demostrado que la pasivación es el modo de falla principal, no la pérdida del catalizador cuando el ánodo se usa para emitir oxígeno a altas densidades de corriente.