¿Cómo se utiliza el dióxido de cloro para la desinfección del agua?
¿Cómo se utiliza el dióxido de cloro para la desinfección del agua?
La desinfección se refiere a la inactivación y/o destrucción de organismos patógenos con el fin de prevenir la propagación de enfermedades transmitidas por el agua. La desinfección de aguas residuales se practica utilizando muchos medios diferentes para mejorar la calidad del agua. El dióxido de cloro (ClO2) es otro bactericida, igual o superior al cloro en poder desinfectante. Es un desinfectante eficaz tanto en sistemas de tratamiento de agua como de aguas residuales.
El dióxido de cloro es un compuesto neutro del cloro, desinfecta por oxidación. Es una molécula relativamente pequeña, volátil y altamente energética, y un radical libre incluso cuando se encuentra en soluciones acuosas diluidas. A altas concentraciones, reacciona violentamente con los agentes reductores. Sin embargo, es estable en solución diluida en un recipiente cerrado en ausencia de luz. El dióxido de cloro es un gas inestable y explosivo y, por esta razón, debe generarse in situ. La generación de dióxido de cloro implica la reacción de clorito de sodio (NaClO2) con cloro para producir dióxido de cloro gaseoso de acuerdo con la siguiente reacción:
2NaClO2 + Cl2 → 2ClO2 + 2NaCl
Recientemente, se ha introducido la producción de dióxido de cloro a partir de clorato de sodio (NaClO3) como método de generación en el que el NaClO3 se reduce mediante una mezcla de peróxido de hidrógeno concentrado (H2O2) y ácido sulfúrico concentrado (H2SO4).
El agente desinfectante activo en un sistema de dióxido de cloro es el dióxido de cloro (ClO2) disuelto libre. El dióxido de cloro tiene un potencial de oxidación extremadamente alto, lo que probablemente explica sus potentes poderes germicidas. Los posibles mecanismos bactericidas pueden incluir la inactivación de sistemas enzimáticos críticos o la interrupción de la síntesis de proteínas.
Una ventaja de usar dióxido de cloro es que no reacciona con el amoníaco para formar las cloraminas potencialmente tóxicas. Tampoco tiene tendencia a formar trihalometanos en los sistemas de distribución de tratamiento de agua o en los desagües de tratamiento de aguas residuales. Los impactos ambientales asociados con el uso de dióxido de cloro son menos adversos que los asociados con la cloración. Sin embargo, se requiere decloración. La decloración de las aguas residuales desinfectadas con dióxido de cloro se puede lograr utilizando dióxido de azufre.