¿Por qué la desinfección electroquímica es la mejor solución para el tratamiento del agua de la piscina?

06 de junio de 2022

¿Por qué la desinfección electroquímica es la mejor solución para el tratamiento del agua de la piscina?

Los usuarios de piscinas son una fuente de diversos contaminantes y microorganismos que provienen de la piel, los genitales, los pies, las axilas o accidentes fecales. El tratamiento convencional con reactivos a base de cloro se usa comúnmente para desinfectar el agua. Sin embargo, este tratamiento de desinfección puede presentar diversos inconvenientes como la formación de subproductos cancerígenos.

Otras técnicas como la ozonización, el tratamiento ultravioleta, la filtración, etc., son caras o menos efectivas. Sin embargo, recientemente se han propuesto tecnologías potencialmente más ecológicas y eficientes en los procesos de desinfección electroquímica como alternativas a los métodos convencionales.

Desinfección electroquímica es uno de los diversos procesos de oxidación avanzados basados en la generación in situ de potentes especies reactivas de oxígeno (ROS). Estas ROS tienen un mayor potencial de oxidación en comparación con el cloro y sus derivados. De hecho, los radicales libres por sí solos tienen 105 veces más potencial en comparación con los compuestos de cloro. Además, estas especies son altamente reactivas y no selectivas hacia los contaminantes.

Durante el proceso de desinfección electroquímica, la desinfección puede ocurrir por medio de la oxidación directa de microbios en la superficie del ánodo causada por el intercambio de electrones y radicales hidroxilo.
Produciendo a partir de la oxidación anódica del agua la oxidación indirecta por generaciones in situ de diversos oxidantes (HClO, O3, H2S2O8, H2O2, etc.) a granel son capaces de destruir los contaminantes orgánicos y desinfectar el agua de natación.
 
En consecuencia, este proceso puede minimizar la adición, manipulación y almacenamiento de reactivos químicos, así como la formación de subproductos de desinfección. El rendimiento del sistema electroquímico se evaluó estudiando el efecto de la intensidad de corriente (0.5-3.0A), el tiempo de tratamiento, el tipo de ánodo y la concentración inicial de patógenos.