¿Por qué el ánodo de titanio es una excelente opción para el sistema electroquímico de tratamiento de agua?

07 de junio de 2022

¿Por qué el ánodo de titanio es una excelente opción para el sistema electroquímico de tratamiento de agua?

Los sistemas electroquímicos de tratamiento de agua utilizan electricidad para inducir la eliminación de contaminantes disueltos en el agua. Los contaminantes cargados positivamente, como el calcio, el magnesio, el sodio, el plomo y el uranio, se denominan cationes. Los contaminantes cargados negativamente, como cloruros, nitratos, nitritos, sulfatos y fluoruros, se denominan aniones. La introducción de un electrodo cargado negativamente, o cátodo, en el agua hará que los cationes cargados positivamente se muevan hacia él.

El tipo de ánodo es crítico para la eficiencia y el resultado del tratamiento electroquímico del agua. Los ánodos utilizados para el tratamiento de residuos electroquímicos incluyen plomo, aleación de plomo, acero inoxidable, magnetita, grafito y titanio recubierto de metales preciosos. Aunque todos estos ánodos se han utilizado con éxito para las diferentes aplicaciones electroquímicas, cada tipo de ánodo tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo, los ánodos de plomo y carbono se disuelven durante el funcionamiento para formar materiales tóxicos (óxidos de plomo del plomo y compuestos orgánicos cancerígenos del carbono debido a los aglutinantes fenólicos) que deben eliminarse antes de la descarga. Las impurezas disueltas también contaminarán el proceso y darán como resultado productos de mala calidad. Los ánodos de acero inoxidable y magnetita solo se pueden usar en un electrolito alcalino y la vida útil de los ánodos de magnetita es muy corta, incluso en soluciones alcalinas.


Se realizan comparaciones entre los ánodos de titanio y otros ánodos insolubles como el plomo, la aleación de plomo y el grafito, en términos de su rendimiento electroquímico e impacto ambiental.  Los ánodos de titanio son más caros que otros materiales de ánodo. Sin embargo, debido a su estabilidad operativa y eficiencia energética, los ánodos de titanio se han convertido en el ánodo elegido para una amplia variedad de procesos electroquímicos.

Este ánodo de titanio se prepara aplicando un recubrimiento electrocatalítico (metales preciosos u óxidos de metales preciosos, generalmente platino o indio) sobre sustratos de titanio mediante un método de galvanoplastia o descomposición térmica. El sustrato de titanio está disponible en varilla, tubo, malla (metal expandido) y lámina sólida y se puede fabricar en cualquier forma y tamaño. Por lo tanto, este material versátil se puede emplear en prácticamente todos los diferentes tipos de celdas electroquímicas.